sábado, 22 de agosto de 2020

Poniendo al día el blog

Luego de terminar la última entrada, del viaje a Tapera y Lavalle, me dí cuenta que desde fines de 2017 que no ponía nada. Me salteé el 2018 y 2019, y cosas que daba por escritas en la entrada anterior en realidad no estaban. 
No hay mucho que contar: en Marzo 2018 inicié otro proyecto familiar, que es la construcción de una casa nueva, y doble mudanza, ya que tuve que alquilar 15 meses mientras se hacía la casa, para volverme a mudar. Me alejé del club, ahora estoy a 45-50 minutos. En fin, la doble mudanza y sobre todo la construcción de la casa que siguió hasta Agosto 2019, me alejaron del río. Hubo pocas navegaciones, no mucho para agregar del barco, siempre sigo con esa sensación de que aún está en "terminación". 
Algo que cambié en 2018 es el techo de cabina: del pop-top sliding de los planos, al mas firme Pop top al estilo F27, o sea sin que se deslice hacia atrás. La idea de éste es buena, pero "izado" no queda firme. Siempre se terminaba cayendo. Ahora, solo sube y baja, pero al atravesar la cabina queda firme. Me falta aún armar la chubasquera. 
Nuevo PopTop

Tambien me falta pintar todas las terminaciones. 
En las navegaciones varias, seguí probando el enrollador de screacher. Bien, salvo por la vela que no estaba preparada para enrollar, por los puños muy duros, por lo que una vez enrollada quedaban dos feos triángulos en los puños, que con la ola y viento eran un lío. Así que por el momento lo saqué. 


Screacher con enrollador

En Noviembre 2018 hicimos un intento de ir a Lavalle. Fuimos Guille Soares, Claudio Alvarez el viejo cumpa de la náutica, y yo. 


Durante la semana Martín Pachiani suspendió el Encuentro Náutico de la Bahía, pero decidimos ir igual ya que teníamos todo preparado. Peeero.... el pronóstico del clima se fué negando, hasta que el día de la partida daba Sudeste firme durante todo el día. Mientras preparábamos el barco para bajarlo al agua, Adrian Yriarte, veterano navegante del mundo (de verdad, lo contratan de Europa, está 6 meses allá y 6 acá, vive en verano), nos dijo: "Hoy se van para allá? Por qué no se van a pasar la noche al Delta, se comen unos ravioles, y salen mañana mejor?" Me dejó pensando.... si él lo decía....Igual salimos, la idea era ir orzando por la costa sin matarnos, esperando que rote... 
3 horas duramos. Como suele suceder, se dió mas fuerte de lo que pensábamos. Estábamos a la altura de las chimeneas de Dock Sud, cansados de apalearnos borde y borde contra mas de 20 nudos de sudeste, con su ola corta. Y empapados. Pegamos media vuelta y el gris se hizo menos gris, aparecieron las sonrisas, y con dos rizos y foque hacíamos 12-13 nudos derecho al Paraná. Dormimos en un arroyo, y al otro día íbamos a ir a algún lado... pero Claudio recibió una llamada, el suegro estaba mal, así que volvimos al Club. El viento seguía soplando fuerte, pero mas del norte, así que salimos con el agua medio plana del Paraná a 12-14 nudos, un placer. 
2019 fué poco y nada, hasta el encuentro de la Bahía. Luego de lo relatado en la entrada anterior, volví con la sensación de que el baro se merecía que le arregle esas cosas que estaban "así nomás" o "masomenos" desde el inicio. Volviendo, luego del pesto, pensaba eso. Lo que aguanta, todo lo que está bien.... 
Así que le pegué un martillazo al chanchito, con la banca de Laura, que siempre me apoya.... y para empezar mandé a repasar 3 de las 4 velas con Marcelo de Foxtrot. Número 1 y principal: no puede ser que la mayor le costara tanto subir. Siempre. Desde el día 1. Primero con garruchos, cuando tenía el Lazy Bag, y luego con la relinga embutida, con la botavara de enrollar. No puede ser que decida dejar 2 rizos para no hacer maniobras en la noche. Eso es navegar mal. 
Marcelo de Foxtrot descubrió algo que estaba mal desde el principio: adentro, la relinga no era circular, sino que el borde de la hendidura era plano. O sea, como una D cortada en el palito. Por lo que imposible que un cabo redondo metido en el gratil no se trabase. O los primitivos garruchos redondos. Así que tuve que volver a los garruchos, pero esta vez sin abandonar el enrollado. Costará mas envergar la vela luego de desenrollar, y tendré que poner molinete en el palo, pero soltás la driza y cae.... cosa que antes, ni se  movía. La única salida que pude hacer luego del viaje para probar esto fué el 10 de Marzo.... una semana antes de la cuarentena. Con sudeste de mas de 15 nudos, la probamos con 2 rizos. Enrolló bien al bajar, no habría mayores problemas, pero tengo que probar mas. 
También se repasó el foque que tenía algunas descosidas por la paliza del viaje. Y ya que estábamos: le ablandaron los puños al Screacher, con unos cortes, para poder enrollarlo. Aún no lo probé. 

Tema 2 principal: el motor, le di de baja al Parsun, que me tenía cansado con lo de desarmar el carburador para repararlo. O que se apagara 5 segundos antes de arrimar a un muelle de concreto a sotavento. En Enero compré un viejo anhelo, un Honda 5HP 4T. Tambien lo usé solo ese día... salimos para el San Antonio, y al llegar al Urión arriamos velas y dimos la vuelta por el Vinculación y Lujan.

Tema 3, fundamental: las redes. Mandé a hacer el 3er juego de redes. Las que tenía se descosieron feo en un par de bordes, incluso agarrando parte del material. Me cansé de pisar y hundirme, no como en los videos de los barcos de afuera que pisan casi plano, lo que te cambia COMPLETAMENTE la "calidad de vida" a bordo. Así que Marcelo de Foxtrot me hizo el nuevo juego con la tela con la que se hacen los trampolines de los cata tipo F18. Las probé solo ese día, y no muy bien, ya que no las pude tensar-ajustar como debiera. A pesar de eso, se notan mas firmes. Es una de las cosas que mas me ilusionan. 
Tambien hice hacer la tapa de ancla. Peeero... quedó muy pesada, creo la voy a rehacer yo aunque sea con espuma de poliuretano. Ya vamos por la 3ra, esa sería la 4ta.....

Me faltan reparar los acrílicos, todos, que se hicieron percha con el tiempo. Y cuelan agua. 
Pintar el borde de la entrada de cabina. Otra cosa que quisiera hacer con el tiempo es un nuevo techo de cabina, mas cuadrado y grande, de acuerdo a los planos....
Tengo que reformar la toldilla, achicarla, para hacerla mas amigable. 
En algún momento, poner el molinete y stopper en el palo para la driza de mayor. 
Y bueno, la lista de pequeñas cosas siempre está. Por ejemplo, las eternas canillas..... Y una de las mas importantes, que le vengo dando vueltas desde el día 1: como manejar el spi. Para poder hacerlo en solitario, o con poca gente. Lo usaría mucho más. Por ejemplo, yendo a Tapera... estaba para dejar el spi solo. Pero no quise hacer maniobras de noche, encima de redes flojas que no estaban bien.... Con algo como un snoofer, o el sistema tipo snoofer pero que va acostado sobre las redes, o enrollar..... En algo de eso andamos, espero pronto definiciones. 





sábado, 15 de agosto de 2020

La previa del Mundo loco: viaje a la Bahía de San Borombón

Hace mucho de la última entrada; y como en todos lados, los blogs de hace una década fueron dejando paso a redes sociales como Facebook - que tambien ya está pasando de moda... FB permite un trato interactivo con los demás, y por eso los blogs de antaño que eran como "la revista Gente o Caras propia personal", donde el común de la gente volcaba la necesidad de mostrar su vida como en una nota de esas revistas, mutó a Fb donde hacen lo mismo pero reciben intercambio inmediato de esa necesidad de admiración... "ay, estás diviiina..." "diosa (o dios)"... Así ves gente que publica 10 pelotudeces diarias con pavadas permanentes... No es difícil ver que no tengo nada de cariño con FB, pero terminé haciendo uno del barco; porque hay cosas buenas como conferencias, notas del río o de barcos, o de navegantes...

 Igualmente no vuelco ahí mas que fotos o videos; el blog sirve para volcar cosas mas profundas, y aunque las lean 10 personas, también me sirve a mí como recuerdo de los hitos que van pasando con el Titanio; me pasó el otro día, releyéndo dps de tanto tiempo. 2019 finalmente fué el año de mudanza, de terminar la casa, de acomodar la vida personal y familiar... y por ende de pocas navegaciones. "No importa, me acomodo y en 2020 vamos con todo". De la pandemia que estamos viviendo, de esta locura mundial impensada por el mas loco de los oráculos a fin de 2019, no tiene sentido explayarse acá. 

Volviendo al año pasado, me prometí y finalmente se cumplió volver a intentar ir al Encuentro de la Bahía de Noviembre, que organiza Martín Pachiani, y que había salido frustrado en 2018. Como sea, como esté el barco; Finalmente contacté a Martín, y me dijo que salían el Sábado 16 del puerto de San Isidro con el Hannah Boden, su Albatros 9.50; iba a ser de la partida otro barco que finalmente se bajó. Conmigo iban Guille, del viaje frustrado del año pasado, amigo del club y de los años, y Caro, su pareja. Martín y su tripulación durmieron en el barco y salieron a las 7.am. según lo planeado. Nosotros fuimos al club, cargamos los bolsos, vituallas varias, y 9:45 iniciamos la ida desde el club. Salimos bien, viento suave del Este-Noreste, hicimos un par de cambios de vela hasta que dejamos foque y screacher. Pero se calmó. Un rato de calma, un poquito de motor, luego como pasa en días normales a medida que avanzó la tarde fué rotando al Este PERO NO TANTO... con el screacher y foque hacíamos 8, 9 nudos.


Mayor, foque y Screacher dps de Quilmes


 Cuando faltaba poco para llegar a Atalaya divisamos al Hannah Boden. Ahí arriamos screacher, y a las 19hs lo alcanzamos a la altura de Atalaya. 

El Titanio desde el Hannah Boden

Se venía la noche, y: 1er problema que acusaba el "salir así nomás": la relinga de la mayor se había puesto muuuy difícil hacía ya un tiempo. No estaba para hacer maniobras en la noche. El pronóstico era de vientos portantes, pero bastante fuertes; por lo que al ratito de haber pasado al Hannah Boden, tomamos dos rizos en la mayor (enrollamos hasta el 2do rizo) y enrollamos foque: switch a modo crucero crucero. Para no hacer maniobras en la larga noche que nos esperaba en la Bahía de San Borombón, y para ir acompañándonos con el HBoden. 
Párrafo aparte para Guille y Caro: fenómenos los dos, cocinaron, prepararon, cuidaron el barco, se bancaron mis momentos de mal humor, navegan bien, se adaptaron al trimarán... Compañeros ideales. 
Noche negra, mucha ola, de popa; nosotros con 2 rizos en la mayor, a 5,5 o 6 nudos. Muchos golpes de olas de aleta y popa, por lo que mojaban. Yo pensaba en los brazos que había arreglado hace unos años... ahora sí era esfuerzo en serio... resistirían? Apenas dormité algo en el cockpit, mientras Guille timoneaba. Luego Guille entró, salió Caro, timoneé yo... y así nos fuimos turnando sin horarios, una sola noche no daba para "armar guardias". Viento de unos 15 a 20 nudos. Es un error ir con la mayor, hay que ir tirando del barco desde la proa "como a un caballo" con el viento en popa. Pero como estaba la relinga... no quería a nadie haciendo maniobras, demasiado negra la noche para un "hombre al agua".
 El Hannah Boden, mucho mas grandote, mas pesado, le venía bárbaro; luego nos lo contaron, disfrutaron la noche. veíamos la luz a unos cientos de metros a nuestro babor. Nos fueron pasando lentamente; al amanecer de esa noche mojada y sopapera, estaban un par de millas adelante y a babor.
 Ya con luz era otra cosa, peeero, divisamos el 1er Pampero del viaje, un perfecto cigarro oscuro rodando hacia nosotros en el que la vela blanca del Hanna Bodenn parecía una luz. 


El Hannah Boden y el Pampero que se viene


       
Hermoso cigarro de manual

Soltamos foque, ajustamos un poco el rumbo, y a patinar un poco, en un rato los alcanzamos. Estábamos llegando a los bancos del Tuyú; había que abrirse hacia el Oeste hasta un punto marcado en el GPS para esquivarlos. Pero el Norte fuerte de toda la noche había vaciado el Río. No sondábamos mas de 1,30mts cuando queríamos pasar. Ambos barcos tirando bordes buscando el paso. Entre medio, se largo el Pampero. Lluvia garrafal, el típico vientazo; nosotros solo con la mayor con 2 rizos, medio filada... Había que sacarle velocidad al barco para no golpear contra un banco. Habrá durado 20 minutos... luego calmó... y se enseguida volvió a poner del Norte!! Mas de 20 nudos!!! No lo podía creer. Martín se cansó de hacer bordes, levantó orza y pasó el banco. Luego contó que nunca estuvo tan bajo. Y eso que él tiene viajes hacia la zona.... Hicimos lo mismo y lo seguimos. El último tramo, viramos 90 grados a babor, viento de través cada vez mas fuerte, y el Titanio a 10- 12 nudos solo con mayor rizada, paralelos a la costa apuntando a la entrada a Tapera de Lopez. Pasamos al Bodenn y entramos unos minutos antes. Viento en popa redonda, a palo seco hacíamos mas de 5 nudos.... "Cómo paro esto" pensé.... Por lo menos el motor, el inseguro Parsun, arrancó. Esperamos al HBoden, que amarró al destartalado muelle. Nos pasamos un poco, viramos para arrimarnos proa al viento..... motor a fondo.... No nos movíamos! Encima se desenrolla la parte de arriba del foque, a pesar de no ceder los cabos. Nunca había pasado. Ahí se mostró una de las grandes contras del trimarán. Tan liviano, que la maniobra en puerto con viento fuerte... tiré el ancla de trabajo, la Almirantazgo de 7kg, que se agarró al toque al fondo en el medio de la ría... Arrié el foque "desarmado", y nos metimos adentro exhaustos. Una comida caliente de Guille con su increíble voluntad, y a dormir para recuperar. Según el anemómetro del Hannah Boden, soplaban 29 nudos, con lluvia fuerte. Linda llegada a la Tapera de Lopez.... Dormimos unas 3 horas. Ya era mediodía, el viento había amainado bastante, Martín nos hizo señas de que nos acodáramos a su barco. Así lo hicimos y pudimos bajar a tierra y pasar el resto del día.

Acoderados 

Atmósfera rara en Tapera

Tapera de Lopez

 A la noche nos invitaron al Hannah Boden. Estuvimos 8 muy cómodos cenando en la mesa. Muy lindo el barco, conocimos a todos los de la tripulación de este viaje, Martín cocinó, aportamos algo, hasta tomamos un aperitivo casero de hierbas que hizo uno de los muchachos-excelente. Al otro día el plan era navegar hasta Gral Lavalle, a juntarnos con Guille, navegante de la zona con su Fenix, barco de orza por supuesto. Seguía viento Norte, navegamos un par de horas alejándonos de la costa porque seguía medio bajo. Entramos tranquilos en popa redonda por la Ría de Ajó y sus arroyos y meandros, y garzas, y pájaros, tal cual lo describe Martín en sus publicaciones. Nos encontramos con el Fenix, que nos llevó a un arroyo donde fondeamos y pasamos el mediodía, cumpliendo con el "encuentro de la Bahía". Un par mas de barcos faltaron a la cita. Fondeamos, nos abarloamos, y conocimos al resto de la gente del Fénix. Muy anfitriones ellos, todo muy ameno. Iniciando la tarde fuimos a General Lavalle. Paisaje melancólico, para pintar cuadros, con los barcos abandonados por aquí y allá, los pesqueros amarillos fondeados.. Y el puerto. 

Hannah Boden en la Ría de Ajó entrando al puerto de General Lavalle

Barcos de pesca.

Amurados al paredón en General Lavalle. 


Atmósfera rara en General Lavalle


Una gran contra: para amarrar contra el murallón, hay que hacerse lugar entre los pescadores que miran de mala cara... Nada agradable. Unos de otro barco que iba a Mar del Plata, tuvieron una discusión... Una lástima. No invita a ir. La ilusión: según Guillermo, el reciente Club Náutico Gral Lavalle va a dragar una Bahía pasando el puerto. 
Entrando, el motor empezó a fallar en bajas rpm. Viento firme que te tiraba contra el muelle... y aparece el 2do problema que acusaba el "salir así nomás": se para el motor 5 segundos antes de amarrar. El viento empujó al barrilete Titanio contra el paredón... PUM, bruto golpe que marcó un pedacito de la proa de un pontón, delaminando. Menos mal que hay como 10 o 15 cm de relleno de espuma y fibra, por lo que no afectó la estanqueidad del pontón. El viento norte firme no daba para iniciar el retorno a la tardecita a Buenos Aires, para comernos de jeta la Bahía. Nos juntamos a la noche en el parador del Club NGLavalle con la otra tripu. La idea era salir al otro día a la tarde... pero se iba a poner de nuevo Norte duro para el Lunes noche o martes, lo que daría de jeta. Así que concordamos con Martín salir apenas clareara para adelantarnos a eso. Antes del amanecer el Hannah Boden soltó amarras, y minutos después los seguimos nosotros. El amanecer en la Ría de Ajó cobrando vida, un espectáculo aparte. 

Amanece que no es poco... sobre la Ría de Ajó. 


Viento del Norte un buen rato, durante la mañana. La navegación, placentera, cruzando la Bahía, el agua verdosa... Mayor y foque, caminábamos bien... picada va, cerveza viene.... el barco hacía 8 nudos... luego 7... 6.... iba calmando y calmando. Al Boden lo habíamos perdido de vista. Vino la calma promediando la Bahía. Esperamos un rato. Prendimos motor. Como 3 horas.... runrunrun... y por el norte... un frente, neeegro.... otro mas (mientras estuvimos en Lavalle y Tapera, pasaron 2 o 3 mas, con sus chubascos... pero ya no recuerdo los detalles). Comentábamos con Guille y Caro lo loco que estaba el tiempo... Y el frente se venía. Por suerte venía "de tierra", si bien estábamos aún un poco lejos, pero ya estábamos terminando el cruce de la bahía. 

No parecía tanto... lo que venía. 


Enrollé mayor un poco mas allá del 2do rizo... Guille adentro descansando, le avisé que esté alerta por las dudas. Caro conmigo afuera. Comenta en un momento, ya casi con la negrura encima: "mirá que forma rara esa nube... parece que nos van a abducir". De golpe se vino: nunca me había pasado algo ni parecido. La violencia del viento fue brutal. La lluvia blanca tapaba todo, EN FORMA HORIZONTAL. Caro y yo solo nos pudimos aferrar al barco, sentados de espaldas al viento; si ponías la cara sentías que te la arrancaba. Yo llegaba a mirar de reojo al palo, ya resignado esperando el momento en que cayera; y no pasaba... había filado mayor y sostenía el timón a la orza; el pedazo de mayor desenrrollado gualdrapeaba con furia feroz, "tatatatatatata", a ritmo de ametralladora; por supuesto que se iba a desgarrar toda, no había forma de aguantar eso. Miraba a sotavento, agachado (si me paraba salía volando despedido del barco). Láminas de agua blanca (y granizo) iban "para allá" en forma horizontal. Miraba un poquito de reojo, lo que me permitía ESO... Caro seguía ahí, encorvada de espaldas... el palo seguía ahí!Increíble. Y la vela entera! Habrá durado 10 minutos. Al final, empecé a putear a ver si paraba. "PARÁAAA, LPQTPARIÓOO... PARÁAAAA". Y paró, casi de golpe. Aguantó el palo, aguantó la vela... Increíble. Y algo importantísimo: si bien no había mucha ola, el barco era una plataforma re estable; el casco planito, jamás una sensación de nada. Eso ayudó mucho, en un monocasco hubiéramos estado a 50 grados escorados. El único miedo era perder el palo. Calmó, salió Guille que vió todo desde adentro... Para tener una idea, los 30 nudos de la llegada a Lavalle no tenían ni punto de comparación con esto. Seguro soplaron mas de 100km/h. (horas mas tarde Caro se pudo comunicar con su padre, que estaba preocupadísimo por "el Tornado sobre el río de la Plata"....que salió en los diarios, porque agarró parte de la provincia) 
Como decía, calmó. Llamamos al Boden por VHF para ver cómo estaban! Ya que no los veíamos, venían muchas millas atrás. Como si nada, un frente normal... yo creo que nunca supieron la parte que nos tocó a nosotros. Soltamos vela, motoreamos un rato... Se fueron formando frentes por los 4 costados negros, nosotros en medio de la calma... la atmósfera rarísima. En un momento con Guille comentamos, estábamos en un ojo de claridad, rodeados por los 4 costados. Nos habíamos gastado casi toda la nafta entre las dos calmas, y yo quería tener una reserva para pasar la Rada La Plata y un poquito para llegar. Así que desde la tardecita, boyando... Mucha calma. Por ahí hacíamos 1 o 1,5 nudos.... cuando nos acercábamos a 3 era la gloria. Dejamos el piloto automático y le dije a Guille que descansemos lo que podamos, por si se venía uno de esos frentes que merodeaban. pero se empezaron a ir hacia Montevideo durante la noche. Algunos ratitos pudimos caminar mas, luego volvía a parar. Por la costa veíamos las bóvedas de Pipinas, Atalaya, y los pueblos de la zona. Y la luz de tope del Hannah Boden que venía a motor pasándonos. Por lo menos la calma nos dejaba dormitar (en el cockpit), no como las sacudidas de la ida. 
Al amanecer y cumpliendo el pronóstico, rotó al Este sudeste y se afirmó un poco. Pasamos la Rada La Plata y al Hannah Boden con Mayor a tope y foque, luego screacher, y casi de popa desandamos el camino, tirando algunos bordes para disfrutar un rato de la velocidad. 10, 12, 13 nudos... Estaba ideal para Spi, pero estaba tan cansado... que ni quise hacer la maniobra. 

Caro al timón, el Hannah Boden y el día que va asomando. 

Nos despedimos por VHF de nuestros amigos del Hannah Boden y llegamos al club a la una de la tarde. 32 horas de vuelta desde Gral Lavalle, con 12 horas de calma... la ida había sido de 23, con una horita y media buscando el paso del Banco. 
Ah, me olvidaba del 3er problema que acusaba el "salir así nomás": las dos redes se estaban descosiendo, lo que complicaba mucho las maniobras: te podías ir al agua en cualquier momento. Y eso que tenían un par de años nomás.... Finalmente quedó el mojón de haber conocido ambos lugares, Tapera de Lopez y General Lavalle, que tanto había querido por años. Gracias Guille y Caro por tan buena compañía.
Lo mas importante: la seguridad que me dejó el barco. Lo que aguantó. Y que en un viaje así, mas exigente, lo que está "mas o menos" va a fallar. Eso me decidió a romper el chanchito y encarar cosas que siempre tuve "mas o menos". Si el barco aguanta eso, se merece no tener esos "mas o menos". Por eso también pasó el verano sin navegar, encarando eso... pero eso va para otra entrada.

sábado, 10 de noviembre de 2018

40 años de una revolución.

Hace 40 años un pequeño trimarán de 11 metros derrotaba a un enorme monocasco de 21 mts en la primera regata transatlántica en solitario "Ruta del Ron", creada por los franceses para rivalizar con la Ostar inglesa. 
El canadiense Mike Birch vencía por 98 segundos (sí, segundos) con su trimarán amarillo "Olympus Photo, al favorito Michel Malinovsky con el gigante Kriter V luego de 23 días y 6 horas de regata. 
  El trimarán era el barco mas chico de la flota. E iniciaba una revolución. La revolución de los multicascos...


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(foto: france3-regions)

martes, 12 de diciembre de 2017

Ian FARRIER






Hoy, 12 de Diciembre de 2017, me enteré de la triste noticia del fallecimiento de Ian FARRIER.

Un shock inesperado, ya que el tipo se lo veía con las energías de siempre culminando su proyecto del F-22 de serie en Farrier Marine; actualizando la web, perfeccionando la producción.

Una pérdida muy grande para la náutica. Se va el diseñador que quizás haya dejado la huella mas grande en la náutica de multicascos de crucero. Mas allá de varios otros muy importantes diseñadores, Ian Farrier puso al trimarán de crucero en la mesa de la náutica. Por cantidad (por lejos) y por calidad de diseños. Un genio, un perfeccionista.

En un mercado esquivo al velero multicasco, fundó Corsair Marine en 1984 y en base al diseño brillante del F-27, y a la altísima calidad de construcción, llevó a la compañía a vender mas de 100 trimaranes por año, mas de 2 por semana; estamos hablando de un barco que se hacía todo con vacío, espuma de pvc, y la mejor calidad en un barco de serie de 3 cascos y 4 amas....
El F-27 es el único multicasco, aparte del Hobie 16, que fué introducido en el Salón de la Fama de Veleros Americano (American Sailboat Hall of Fame) en 2004, junto con otros 24 barcos (como el J24 o el Laser) por ser "un diseño innovador que tuvo un tremendo impacto en la navegación" al permitir a los propietarios la navegación en multicascos sin la molestia de la ancha manga  en marinas, y trailers. 

Su sistema de plegado de brazos (patentado en 1973) fué unico, todos sus diseños permiten pasar del trailer al agua listo para navegar en media hora, por una sola persona. Una genialidad no alcanzada por ningún otro sistema hasta ahora. Y copiada por varios....

Dibujó muchos diseños para los constructores amateurs del mundo; la calidad de sus planos son indiscutiblemente superiores a cualquiera. Lo que permitió que gente común pudiera acceder a sus diseños.

Mas de 4000 barcos Farrier navegan por el mundo. Yo tuve la suerte allá por 2007 de toparme con sus diseños por Internet, y de empezar a soñar. Y gracias a Ian Farrier, que ese sueño se haga realidad.

Hoy, el Titanio está de luto.

Gracias por hacer mi vida náutica mas feliz. QEPD, Ian Farrier.





martes, 26 de septiembre de 2017

Misceláneos


No hay mucho para contar, solo algunas cosas de estos meses.
Navegaciones, menos de las que uno espera. Los avances van muy de a poquito. Proyectos familiares (mudanza), el invierno y mucho trabajo, no permiten mas. Pero bien.
Los Highfield levers, un golazo. Farrier me mandó los planos, y gracias a mi primo Claudio el tornero, pudimos hacer la versión nacional y popular; en el mundo civilizado los vendía una compañía. Digo "vendía" en pasado, porque la verdad es que en aquellos lares la mayoría (de los trimaranes Farrier) están reemplazando los HFL y toooda la jarcia de inoxidable, por sintético: el avance de las fibras sintéticas (cabos de Dynema) producen cabos que a mismo diámetro tienen mas resistencia que el cable de acero inoxidable, y pesan muchísimo menos. Y los precios se hacen cada vez mas accesibles, y encima no hay que contratar a un profesional para cambiar todo.  Por ende, desde hace una década mas o menos la mayoría de allá se pasa al mundo del sintético. La gran desventaja, que todos expresan en los foros: la facilidad-rapidez de maniobra de los HFL. Es lo que dicen extrañar los "conversos". Tienen que atar y desatar cada vez que abren los pontones. En ese sentido extrañan a los HFL.
  ¿Por qué no puse yo cabos sintéticos en el Titanio? Porque por estas latitudes, el agujero en la capa de ozono no lo permite! Créase o no, el sol que tenemos acá es mas dañino que el del caribe, en plena zona ecuatorial. Y los cabos, si son expuestos todo el tiempo al sol, duran poco. Tendría que cambiar los obenques cada año... o dos... (palabras del mismo que me los vendía). Así que, sigo con el sintético y los... 10? 20? kilos de mas. Con la ventaja de los HFL... Volviendo a éstos, cómo no los puse antes... la tranquilidad que me dan sabiendo que no tengo que desconectar los obenques con el peligro que se caiga el palo, como tenía que hacer antes... 2 veces casi se viene abajo, por descuido mío... Ahora la maniobra es mucho mas relajada, y eso ayuda a salir con mas ganas.

Highfield Lever argento, listo para colocar. Se ven el perno y los 3 orificios.

Ya formando parte del obenque.

Extendido; al abrir el pontón, se pliega la manija, y se inserta el 
perno cuando los 3 agujeros se alinean.

Con la manija plegada, lo que permite acortar los 15 cm. aprox
necesarios al extender el pontón.

Entrando al club; soltando los HFL para poder plegar el pontón. Antes 
tenía que soltar el obenque y llevarlo a un punto en el casco principal.


  A las redes les pasé caño de aluminio en los bordes, para poder tensarlas mejor. Mejoraron bastante (y quedan mas lindas a la vista, como "mas sólidas")





En una salida con Andrés, probamos el enrollador de screacher. Si bien la vela no está preparada para enrollarse, algo conseguimos; necesito un cabo mas fino para dar mas vueltas al enrollar; puede ser la solución. Voy a intentarlo, ya que este finde pasado salí sin el enrollador, y en una maniobra de arriado, estaba con el cabo de la braza en la mano, de golpe la vela portó, y el cabo se escapó... quemándome la mano, dejándome exactamente nueve ampollas.... así que voy a seguir intentando el enrollador casero.

Screacher con enrollador puesto.


Me falta principalmente el techo de cabina nuevo, con la consiguiente chubasquera; el prolongador de caña; las canillas.... (¿alguna vez las haré?); un snoofer de spi... y decenas de pequeños ítems de la lista que siempre se renueva. Apunto a que mi familia se enganche aunque sea para unos días en las vacaciones; un lugar tranqui, tipo Río Negro. Y por otro lado alguna navegada mas larga, tipo Piriápolis; tambien a Tapera de Lopez o Gral lavalle quisiera ir en breve.
  Ah, me voy acostumbrando a la maniobra desde el trailer. No es tan grave. Los cáncamos quedaron muy bien, y hacen que la maniobra sea fácil. Y la verdad, la tranquilidad que me dá que el barco esté seco.... a esta altura ya tendría las bandas hechas un desastre si estuviese todo el tiempo en el agua....
Yo creo que fué una buena decisión.

Navegando con Norberto

Al timón, nada menos que Gerónimo Saint Martin.



Durante la salida con Gerónimo, descubro una grieta en un caño lateral del soporte del timón, que trabajaba con el mismo; no de extrema gravedad, pero sí para prestarle atención. Así que un buen día pelé la zona (todo de carbono con resina epoxy). Tenía un par de burbujas de aire en la unión, que no se habían llenado con resina, por lo que se rompió el laminado; pelé, rellené, y relaminé con carbono y epoxy. 


Pelada la unión, y la zona ahuecada. Luego, masilla epoxy de relleno, 
y encima el laminado.



Laminado. Luego se masilló y lijó. Me quedó por hacer la pintura.


Quedó bien, en las siguientes veces se bancó las pruebas, alguna con viento fuerte.
Detalles. Esto indica que a pesar del tiempo pasado desde la botadura, mi sensación de que el barco aún está "en pruebas", y que aún no está terminado, es real. Por eso seguimos... despacito.









martes, 25 de abril de 2017

El retorno del Titanio

El jueves Santo por fin el trimarán Farrier F-82 TITANIO volvió a surcar las aguas del Río de la Plata.
No fué nada extraordinario, no hubo grandes velocidades, ni spinnakers, ni sistemas nuevos que probar, ni puertos ajenos; ni brindis, ni fuegos artificiales, ni festejos. Una vuelta al perro muy tranquila, con vientos suaves. Pero significó mucho. Nada menos que cerrar el ciclo de reparación-repintado, un haber escalado la montaña y finalmente volver a la base, completando la misión.
  Unos días antes el barco fué al agua para ponerle el palo y llevarlo al muelle de la palera, para terminar la maniobra. En pocas horas tenía casi todo armado. Me quedaron algunas cosas, como la maniobra de los spinnakers.



Antes de poner el palo, revisación completa. Reparé la luz de tope y las de crucetas. 
El tope debe ser la mas fea del río, pero también la que más ilumina. 
Se ve hasta con plena luz del sol pegándole de lleno.

Luego le puse las redes nuevas. Grises, con el borde blanco, quedan mucho mas prolijas que las anteriores. La contra: los ollaos, de muy mala calidad, no duran nada. Así que ya las saqué y llevé a reformar; van a ir con un caño de aluminio de 1cm en los bordes, para tirar parejo.

  Luego de poner las redes y tirar el barco al agua (maniobra que ya me estoy empezando a acostumbrar, eso de ver el barco colgando) con el amigo Andrés Mabres, conocedor del comportamiento de un trimarán moderno, fuimos a navegar. Todo muy tranqui, pero con la emoción de volver a sentir el barco navegando, el viento, el flap flap flap de la roda cortando el agua.... la navegación a vela.

De lo que se trata todo esto al fin....

Reviviendo

Andrés en la caña.

Qué lindo se ve pintado....




Dejé el barco por 3 días en una amarra en el agua. Por un lado para ordenar el interior que era un caos luego de tantos meses de laburo. Por el otro, para probar a ver qué pasaba en 72 (75 mas exactamente) horas en el agua con la pintura del fondo y los pontones. Cuánto se ensuciaría-marcaría. Fué una sorpresa al sacarlo. Estaba casi intacto. Incluso los pontones, que ya no tienen antifouling. Pero el poliuretano ni se mosqueó. Solo por una línea que marcaba la flotación -que salió con un trapito de una pasada), el resto ni parecía haber tocado el agua. 

 Lo que entra adentro de un barco chico es increíble.

En la marina.


Ahora a arreglar las redes. Tambien me pidieron los marineros del club que le arme una funda al foque para cuando queda enrollado en la amarra (por seguridad), y que tense mas el palo. Estuve pensando mucho cuál es el mejor sistema. Finalmente decidí hacer los Highfield levers (no sé la traducción al español), que allá los vende Corsair Marine, pero que acá... hay que fabricarlos. Son unas palancas para cambiar la longitud de un cable. Me van a permitir aflojar los obenques sin soltarlos y cambiarlos de posición, como hacía hasta ahora, con el peligro de que si me olvido de tensar los falsos obenques bajos que van al casco central, se puede caer el palo. Me pasó dos veces, que no se cayó porque me colgué a último momento. 


Highfield lever

Así trabajan


  Le pedí los planos a Farrier sin saber si los tenía, y al otro día me los mandó. Eso aumenta la seguridad. Junto con las redes mas tensas, y un enrollador para el screacher, la cosa va a mejorar mucho. También en breve atacaré al pop-top, que ahora está suelto. Para que quede mas firme, y junto con una chubasquera, la cosa ya va a estar lista para viajar. 
  Ya dejamos los boxes y estamos de nuevo en la pista. Es el fin de una tarea pesada. De 15 meses. 
  Ahora empieza un nuevo camino.